Esta página sólo pretende ser una guía básica para salir a tapear o tomar el aperitivo en Santander. Sin embargo, las modas en la hostelería son muy cambiantes, por lo que intentaremos marcar aquellas zonas actualmente más famosas de tapeo de Santander, indicando en cada una de ellas los que para mi gusto son los mejores sitios de la zona, aunque como único consejo diremos que lo mejor es seguir la corriente y fiarse de la marea de gente que veamos tapeando junto a nosotros. Por último, indicar que en Santander, al contrario que en otras ciudades como Granada o Salamanca, no te suelen servir una tapa cuando pides una consumición. Sin embargo, las raciones suelen ser generosas y estar a un precio razonable.
Vamos a dividir Santander básicamente en cuatro zonas:
Zona Centro de Santander: Si marcamos en un mapa un rectángulo delimitado por las calles Rio de la Pila y Marcelino Sanz de Santuola (o para los santanderinos calle del Martillo) a la izquierda, la calle Santa Lucia por arriba, el Paseo de Pereda por abajo y Puertochico y la calle Casimiro Sáinz por la derecha hemos acotado la zona principal de tapeo de Santander. Calles como Peña Herbosa, Hernán Cortes, Daoiz y Velarde, La Arrabal, calle del Medio, Bonifaz o la plaza de Cañadio tiene alguno de los mejores restaurantes y tascas de Santander. Para aquellos que se lo puedan permitir, bodegas como el Riojano, Cañadio, la Cigaleña o Gele son clásicos de Santander, el restaurante El Puerto en Puertochico, la Bombi en Casimiro Sainz o la Posada del Mar en Castelar tienen una gran selección de pescados y mariscos, eso sí, a un precio elevado.
Para aquellos que prefieran tapear o comer de raciones a un buen precio, la Conveniente y Casa Ajero en Cañadio o las hijas de Florencio o Casa Lita en el Paseo de Pereda son buenos sitios para comer a buen precio. Si lo que te apetece es un sandwich o un plato combinado, los del Suizo, en el Paseo de Pereda, son mis favoritos. También son buenas las raciones de patatas bravas, atómicas o nucleares (dependiendo del picor de la salsa) en la Rana Verde, en Daoiz y Velarde, y por la calle Hernán Cortes y alrededores existen multitud de tascas como Bodegas Mazón, Días Desur, Taberna del Volapié,… donde tomar el aperitivo pidiendo alguna ración o tosta. Para terminar la comida, nada mejor que tomarse un café en el Café Pombo, en la plaza de mismo nombre, o un helado en Capri o en Regma, en el Paseo de Pereda, junto a la Plaza Porticada.
Barrio Pesquero y calle Tetuán: Para los enamorados del pescado y el marisco están son las dos mejores zonas de Santander. En el Barrio Pesquero encontraremos multitud de tascas donde degustar estos manjares del mar, pero mi zona favorita es el inicio de la calle Tetuán, pegado al túnel de Tetuán. Ahí se encuentran dos de los mejores bares de Santander para el que le guste este tipo de comida: Marucho, que tiene para mi las mejores rabas y puding de cabracho de la ciudad, y la Mulata, con unas excelentes almejas y mejillones. Para el que se lo pueda permitir, el restaurante El Puerto en Puertochico, la Bombi en Casimiro Sainz o la Posada del Mar en Castelar tienen un género excelente a un precio algo elevado.
Zona El Sardinero: En esta zona han abierto recientemente algunos restaurantes que merece la pena reseñar. El Serbal, con una estrella Michelín, se ha trasladado del centro de Santander a la Segunda playa del Sardinero, así que tendrás una deliciosa comida con excelentes vistas del mar. En la zona también está Maremondo, un clásico de Santander, y La Cañia, un buen sitio para tomarte unas raciones cerca de la playa, o los Jardines de Trueba, para comer de menú. Por último, el bar/restaurante del hotel Chiqui merece mucho la pena, y además tienes unas preciosas vistas comiendo de todo el Sardinero.
Zona de la calle Vargas y San Fernando: Es una zona típica para comer de tapeo o cenar antes de salir a la noche santanderina a un precio razonable. En la calle San Fernando encontramos la Bodega la Montaña, con muy buenas raciones y un buen menú del día, en la calle Burgos pegado a la plaza de Numancia el Mesón el Castellano, con muy buenas raciones de jamón y queso, y ya bajando hacía el Ayuntamiento, un buen sitio para comer de menú o picando raciones es la Casa del Herrero, situado en la calle Rubio. Por último, a la hora del aperitivo, en el grupo Amaro, cerca de Cuatro Caminos, tienen muchísima fama los bares con mejillones en salsa, en ocasiones un poco picantes.