Vamos a realizar una ruta por uno de los valles menos conocidos de Cantabria, pero no por ello menos bello, como es Polaciones, con sus impresionantes bosques de hayas y robles, y uno de los sitios más turísticos de Cantabria, Liébana.
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Comienzo de la ruta: destino El Soplao
La ruta comienza en Santander, partiendo en dirección Torrelavega por la autopista A-67. Al llegar a Torrelavega, cogeremos la ronda en dirección Oviedo, por la autopista A-8. Al poco de pasar San Vicente de la Barquera, nos saldremos de la carretera en dirección Cueva de El Soplao, nuestro primer destino del día. Tras unos 18 kilómetros por una carretera perfecta pero algo serpenteante, llegamos a Rábago, donde cogemos una carretera recién asfaltada que nos sube a la entrada de El Soplao, destino que no conviene dejar de visitar por la incomparable belleza de la cueva.
Nos vamos a Polaciones
Tras terminar nuestra visita a la cueva, bajamos a Rábago por la misma carretera por la que hemos subido y continuamos viaje en dirección Puentenansa, para en este punto dirigirnos por la carretera CA-281 hacia Cossio y Tudanca.
Al llegar a Cossio, a la derecha de nuestro camino dejaremos el desvío hacia San Sebastián de Garabandal, célebre porque en este pueblo en 1961 se le apareció la virgen y el Arcángel San Miguel a unas niñas, milagro todavía no reconocido por la iglesia. Continuamos por la carretera ya un poco más estrecha y serpenteante para adentrarnos en el valle de Polaciones y seguimos con dirección Tudanca, que encontramos al poco tiempo a la izquierda del camino y en el que merece la pena parar y darse una vuelta por este bello pueblo declarado Conjunto Histórico Artístico.
Siguiendo por esta misma carretera, seguimos subiendo hasta los Saltos del Nansa, zona en que los precipicios de la carretera, con espectaculares vistas sobre el valle, no nos dejaran indiferentes. Tras pasar el embalse de la Cohilla, llegamos al pueblo de la Laguna, donde bien podemos parar a comer en Casa Enrique Restaurante, que se encuentra nada más entrar a la izquierda de la carretera, y donde comeremos muy bien a muy buen precio. Si por casualidad este restaurante está lleno, podéis probar en el de enfrente, que también se come muy bien.
Vamos hacia Liébana
Tras el reposo de la comida, seguiremos subiendo por el puerto hasta llegar al cruce con la carretera CA-184 y el puerto de Piedrasluengas. Si el tiempo es despejado conviene adentrarnos un poco en Palencia y subir hasta la cima del puerto, donde hay una vista impresionante de Picos de Europa desde el mirador.
A continuación, descenderemos el puerto de Piedrasluengas hasta la villa de Potes, adentrándonos en el valle de Liébana y dejando por el camino sitios como Piasca, Pesaguero, Caloca o Lerones , que merecen la pena visitar. Para aquellos que realicen la ruta en dos días, se aconseja en Potes tomar la carretera dirección Fuente Dé, y visitar a unos 4 kilómetros de Potes el monasterio de Santo Toribio de Liébana, de obligada visita en año santo lebaniego. A unos 20 kilómetros se encuentra el famoso teleférico de Fuente Dé, y por el camino podemos parar en los pueblos de Mogrovejo y Pido.
Terminamos en Potes
Tras una visita y un merecido descanso en Potes, la ruta termina saliendo de Potes en dirección Santander por la carretera N-621 y el desfiladero de la Hermida, donde conviene parar para ver la iglesia de Santa Maria de Lebeña. Al llegar a Unquera, cogeremos la autopista A-8 que nos devolverá a Santander.